lunes, 9 de marzo de 2009

Dr. House


House…escucho esa simple palabra e inmediatamente me imagino a Huge Laurie caminando por el pasillo del hospital con su bastón. Y pensar que este actor interpreta al bueno y dulce papá de Stuart Little, ¿acaso no es bizarro?
Pero por qué Dr. House es una serie de tal excelencia. Está claro que esto tiene mucha relación con su protagonista Gregory House, un ser irónico, despiadado, misógino, adicto, extremadamente inteligente, entre muchas otros “detalles”. Lo extraño es que todas estas características juntas logran crear un personaje que amamos y que deseamos ver todo el tiempo.
Por otro lado, estás las otras figuras del Hospital Princeton-Plainsboro como Cuddy, Foreman, Wilson, entre otros. Los cuales son llevados a la pantalla de una manera excelente. Todos los actores de esta serie son absolutamente indicados para cada papel y les entregan un toque único a sus personajes.
En general me gustan las series de hospitales -fui una acérrima fans de ER-, pero ahora estoy enganchada con Dr. House, desde que empecé a ver los capítulos en que escogía los nuevos asistentes. Ahí estuve cada semana esperando ver quien era el siguiente eliminado.
¿Pero qué es lo que más me gusta por sobre todas las cosas?... Son esas frases magistrales llamadas “houseismos”. Siempre espero ese momento, el cual define la esencia de House, sarcasmo.
“¿Cómo me llamaste? El tipo con una sola pierna y cero equilibrio.”(Gregori House)
Ahora, debo pensar “la serie es muy buena, pero llevémoslo a la vida real ¿qué pasaría si un doctor así me atendiera?”… uuuuuuuuuy difícil. Lo más seguro es que me quedaría con la boca cerrada y sorprendida, luego cuando llegara a mi casa se me ocurrirían mil insultos para decirle, pero ya sería muy tarde. Lo importante es que ¡llegaría a mi casa! sana y salva, quizás un poco traumada emocionalmente, pero al fin y al cabo… un detalle.

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