martes, 18 de agosto de 2009

Loca por…que se termine


Lamentablemente he tenido una racha de películas malas estás semanas.

El otro día en mi casa vimos “Ceguera”, donde trabaja Julianne Moore, y se queda todo el mundo ciego (obvio). Por algo se llama ceguera, no por un rollo profundo-cultural… o ahora que lo pienso, quizás si… no séeeeeeee, estoy confundida. Lo único que tengo claro es que la película era muy MALA, pero con mayúsculas (quizás aquí ofendo a alguien que se cree pseudo intelectual, y que usa sus lentecitos , ropa vintage y se cree bkn, a mí me vale, porque la película es muy MALA!

Y bueno, la cuestión la adelantamos. Primero, empezamos con velocidad 2; luego, con 6; y así hasta llegar a 16 y al final donde quedamos con ganas de suicidarnos por el tiempo que perdimos.

Ya, igual estas situaciones son chistosas y uno se ríe y dice “Ja-ja, la cuestión chanta”. Así continúa la vida y se tiene una nueva anécdota pa’ los amigos. Y en el asado del fin de semana dices: “ohhhhh la película mala que vi el otro día”.

Lo malo es que ocurrió de nuevo, de nuevo, y etc, y etc. Hoy vi otra película para el suicidio, “Loca por las compras”.

La fui a arrendar pensado que salvaba. El dato curioso es que no la quise ir a ver en el cine porque me imaginé una comedia fome, de esas que quieren dejar enseñanza, pero que al final te dejaron sin dos lukas menos (yo pago con movistar). La cosa es que vi una columna que la recomendaba, y le creí… ingenuamente ¡le creí!

Ya po, entonces contratamos el plan: lluvía + pololo = cine en su casa.

En resumen la protagonista, Rebecca Bloomwood (Isla Fisher) realiza tonteras, dice tonteras y todos le aplauden, la quieren y le sale todo bien. Al final ("spolier"), obviamente,como es de esperar hace lo correcto, y se queda con el guachón del film… si esto es típico, igual que en la vida real ¿a ustedes no les ha pasado?… Si po, si el otro día recuerdo que a mi jefe le dije que era un guatón seboso y pervertido, como sucede en las pelis, me escuchó y me felicitó por tener el valor de decirle la verdad en su cara y me subió el sueldo. Luego me encontré un billete ganador de la lotería por 100 millones de pesos, y ahora estoy escribiendo esta columna desde un crucero por las islas griegas con un negro que hace masajes y me trae jugo, y que resultó ser el príncipe de su país que estaba tratando de conocer el mundo real. El mismo mundo real de estas películas y de esta historia.

No quiero decir con esto que deseo realidad" en la comedia-romántica, yo la arriendo para entretenerme, pasar el rato y reírme.

Ojo, no quiero quejarme contra las comedias, y menos contra las comedias románticas (las cuales amo, pero muchas veces me arriesgo al decidirme verlas), solo me quejo de ésta. Que era muy ridícula, con malos chistes y parlamentos. Aunque Isla lo hace muy bien (además me gusta su nombre, sin embargo, de seguro que en el colegio la molestaban diciéndole: “cómprate una Isla” “la Isla de Gilligan”, etc… cabros chikos pesados).

Ahora mi pregunta fundamental es: ¿Por qué demonios uno sigue viendo la película aunque la encuentre el bodrio más grande y quiere que puro termine? ¡Poooooor qué Dios!

No lo sé, no sé qué espero al final.



Título Original: “Confessions of a Shopaholic”

Director: PJ Hogan

Actores: Isla Fisher, Hugh Dancy, Joan Cusack, John Goodman, John Lithgow, Kristin Scott Thomas, Leslie Bibb, Fred Armisen, Julie Hagerty, Krysten Ritter, Robert Stanton, Christine Ebersole, Clea Lewis, Wendie Malick, Stephanie March

País/año: Estados Unidos, 2009